CENTRO PSICOPEDAGÓGICO AZCONA
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TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

Un variado abanico de problemas psicológicos son los causantes de lo que se conoce como "trastornos de la personalidad", conductas que, sin ser una patología mental, limitan enormemente el equilibrio emocional de quienes los padecen

La causa exacta de los trastornos de personalidad no se conoce, sin embargo, se han planteado varias teorías que intentan explicarla. Los teóricos de la biología creen que la causa de los trastornos de la personalidad son trastornos cromosómicos o del sistema nervioso. Los teóricos de las ciencias sociales creen que los trastornos de la personalidad se originan en los comportamientos adquiridos y los teóricos psicodinámicos encuentran la explicación de las causas en las deficiencias en el desarrollo del ego.

Los trastornos de la personalidad se diferencian de las transformaciones de la personalidad por el momento y el modo de aparición. Son alteraciones del desarrollo que aparecen en la infancia o la adolescencia y persisten en la madurez. No son secundarios a otros trastornos mentales o lesiones cerebrales, a pesar de que pueden preceder a otros trastornos o coexistir con ellos. Por el contrario, la transformación de la personalidad es adquirida, normalmente, durante la vida adulta, como consecuencia de situaciones estresantes graves o prolongadas, de privaciones ambientales extremas, de trastornos psiquiátricos graves o de lesiones o enfermedades cerebrales.

En las manifestaciones de las anomalías de la personalidad, las diferencias culturales o regionales son importantes, pero son aún escasos los conocimientos específicos en este área.

PAUTAS PARA EL DIAGNÓSTICO (CIE10)

Se requiere la presencia de una alteración de la personalidad no directamente atribuible a una lesión o enfermedad cerebral importante, o a otros trastornos psiquiátricos, que reúna las siguientes pautas:

  1. Actitudes y comportamiento marcadamente faltos de armonía, que afectan por lo general a varios aspectos de la personalidad, por ejemplo, a la afectividad, a la excitabilidad, al control de los impulsos, a las formas de percibir y de pensar y al estilo de relacionarse con los demás.
  2. La forma de comportamiento anormal es duradera, de larga evolución y no se limita a episodios concretos de enfermedad mental.
  3. La forma de comportamiento anormal es generalizada y claramente desadaptativa para un conjunto amplio de situaciones individuales y sociales.
  4. Las manifestaciones anteriores aparecen siempre durante la infancia o la adolescencia y persisten en la madurez.
  5. El trastorno conlleva un considerable malestar personal, aunque éste puede también aparecer sólo en etapas avanzadas de su evolución.
  6. El trastorno se acompaña, por lo general aunque no siempre, de un deterioro significativo del rendimiento profesional y social.

Para diagnosticar la mayoría de los tipos citados más abajo, se requiere a menudo la presencia de al menos tres de los rasgos o formas de comportamiento que aparecen en su descripción.

A continuación describimos algunos de los tipos de trastornos de personalidad y sus características:

  • Antisocial
  • Dependiente
  • Esquizoide
  • Histriónico
  • Limítrofe (borderline)
  • Narcisista
  • Paranoide
  • Trastorno por evitación

TIPOS DE PERSONALIDAD

ANTISOCIAL

Más allá del mal. La principal característica de este tipo de conducta es, ante todo, la violación de las normas, primero en el hogar y en la escuela, para posteriormente reflejarse en otras áreas de la convivencia social. Uno de los rasgos típicos de estas personas es actuar por las apetencias en el momento presente sin tener en cuenta las consecuencias, la ausencia de conciencia y de sentido de la responsabilidad, además de pobreza sentimental.

En su desarrollo influyen factores ambientales y genéticos, así como privación afectiva.

Causas, incidencia y factores de riesgo: La causa de este trastorno es desconocida, pero algunos factores genéticos o biológicos pueden jugar un papel importante. La incidencia de la personalidad antisocial es más alta en las personas que tienen un padre biológico antisocial. Aunque el diagnóstico se limita a personas mayores de 18 años, siempre existen antecedentes de comportamiento antisocial antes de la edad de 15 años, como mentiras repetitivas, vagancia, delincuencia y abuso de drogas.

En la edad adulta, se presentan rasgos de conducta ilícita como irresponsabilidad en el trabajo y en la familia, conducta personal temeraria, promiscuidad, imposibilidad de sostener relaciones duraderas, conducta agresiva y ausencia de ansiedad o emoción en situaciones que lo justifiquen. Además, estas personas desarrollan y utilizan hábilmente el encanto y el talento superficiales para sus propios fines. Este trastorno tiende a presentarse con más frecuencia en los hombres y en personas cuyo modelo predominante tenía características antisociales.

Tratamiento: El tratamiento efectivo del comportamiento y la personalidad antisocial es limitado, pero es de gran ayuda participar en una psicoterapia de grupo. Si la persona logra desarrollar un sentido de confianza, la psicoterapia individual o la terapia cognoscitiva del comportamiento pueden ser benéficas.

Expectativas (pronóstico): El resultado es generalmente deficiente.

Complicaciones:

  • encarcelamiento frecuente por comportamiento ilícito
  • alcoholismo
  • abuso de drogas

Situaciones que requieren asistencia médica: Se debe buscar asistencia médica o de un profesional en salud mental, si la persona presenta síntomas del trastorno de personalidad antisocial, o si el niño presenta comportamientos que indican el riesgo de desarrollar este trastorno.

DEPENDIENTE

!Quiéreme mucho!. El problema de las personas que sufren este tipo de trastorno de la personalidad, es que necesitan continuamente la aprobación de los demás para llevar a cabo cualquiera de sus proyectos. Tienen una necesidad excesiva de que se ocupen de ellos, lo que suele generar un comportamiento de sumisión y adhesión porque temen separarse demasiado del ambiente en que se encuentran protegidos. Son inseguros y aceptan depender de los demás y que éstos (cónyuge, familia, amigos, etc.), tomen todas las decisiones importantes, en suma, que les manejen la vida. Esta dependencia hace que no se atrevan a mostrar opiniones contrarias ante los demás, por miedo a que eso suponga un problema.

Causas, incidencia y factores de riesgo: La causa de este trastorno es desconocida. No parece haber factores biológicos. El trastorno suele aparecer al principio o a mediados de la edad adulta. Las personas que sufren de este trastorno no confían en su propia capacidad para tomar decisiones y creen que las ideas de los demás son mejores. Pueden sentirse desoladas por la separación o la pérdida de un ser querido y pueden estar dispuestos a cualquier cosa, incluso sufrir abusos, con tal de mantener la relación.

Tratamiento: No hay un tratamiento específico para este trastorno. La psicoterapia puede ayudar a las personas a que gradualmente tomen decisiones que afectan sus propias vidas.

Expectativas (pronóstico): Las mejorías suelen verse sólo con terapias o tratamientos a largo plazo.

Complicaciones:

  • puede sufrir de depresión
  • puede haber abuso de alcohol o drogas

Situaciones que requieren asistencia médica: Se debe consultar a un médico si la persona cree tener síntomas de un trastorno de personalidad dependiente. Se debe buscar asistencia médica si la persona no puede tomar decisiones por sí misma, si decide permanecer en una relación abusiva por su miedo a estar sola o si hay consumo de drogas o de alcohol para evitar las responsabilidades y la toma de decisiones.

ESQUIZOIDE

Solitarios empedernidos. Contemplar un autorretrato de Van Gogh es una buena forma de contemplar el rostro de una personalidad típicamente esquizoide. Este tipo de personas poseen un carácter frío y distante sentimentalmente. Cuentan con pocas amistades, generalmente, familiares muy cercanos. Algunos tienen una sensación de "fuerza interna", de clarividencia, que los lleva a actuar como mediums, adivinos o futurólogos. Asimismo, se decantan por actividades o trabajos que no impliquen el contacto con otras personas.

Causas, incidencia y factores de riesgo: Las personas con trastornos de personalidad tipo esquizoide no sufren de esquizofrenia y están conscientes de la realidad, pero no son capaces de relacionarse con otras personas y tienden a recluirse, pueden no casarse o vivir con sus padres (aún siendo adultos). El trastorno por lo general se inicia a principios de la edad adulta.

Tratamiento: Las personas con este trastorno rara vez buscan tratamiento, el cuál es difícil dada la resistencia a cualquier tipo de relación con un profesional de la salud.

Expectativas (pronóstico): Las personas con este trastorno tienden a ser capaces de funcionar en su vida diaria, pero no desarrollan relaciones significativas con los demás.

Complicaciones: La ausencia de interacción social es la más importante.

Situaciones que requieren asistencia médica: Debe acudirse al médico si se requiere ser referido a un profesional de la salud mental.

HISTRIÓNICO

Una máscara de por vida. En perpetuo estado de histeria. Así puede resumirse el carácter de un histriónico. Su patrón de comportamiento se caracteriza por poseer una emotividad excesiva y por demandar continuamente la atención de los demás. Cuando no lo consiguen, se sienten incómodos y despreciados. Esta actitud provoca un exacerbado narcisismo que se traduce en un obsesivo cuidado por su apariencia y una desmesurada ausencia de rigurosidad a la hora de evaluar las acciones de los que les rodean. Hacen amistades fácilmente, pero se convierten en posesivos y exigentes.

Causas, incidencia y factores de riesgo: La causa de este trastorno es todavía desconocida. Sin embargo, se ha determinado que los rasgos aprendidos y heredados pueden jugar algún papel en su aparición. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres que en hombres y quienes lo padecen generalmente están en la capacidad de funcionar en un alto nivel y son exitosos tanto social como laboralmente. Es posible que acudan en búsqueda de tratamiento para la depresión cuando sus relaciones románticas finalizan. Además aquellos que sufren de este trastorno no son capaces de entender su propia situación, dado que olvidan o reprimen con facilidad sus experiencias desagradables y generalmente culpan a otras personas de sus fracasos o decepciones.

Tratamiento: La terapia se centra en el tratamiento de la depresión causada por la disolución de relaciones sentimentales. Los antidepresivos, generalmente generan una buena respuesta y la psicoterapia ayuda a tratar la enfermedad subyacente.

Expectativas (pronóstico): Esta enfermedad generalmente no afecta la capacidad funcional del paciente.

Complicaciones: Puede afectar las relaciones sociales o sentimentales del paciente.

Situaciones que requieren asistencia médica: Si se presentan síntomas sugestivos de este trastorno, especialmente si comienza a afectar las relaciones interpersonales.

LIMÍTROFE (Borderline)

Las personas que tienen este trastorno presentan inestabilidad en la percepción de sí mismas y tienen dificultad para mantener relaciones estables. Los estados de ánimo también pueden ser inconstantes, pero jamás neutros, y su sentido de la realidad siempre se percibe en "blanco y negro". Las personas que tienen personalidad limítrofe a menudo creen que los cuidados que recibieron durante la infancia fueron insuficientes y, por consiguiente, buscan incesantemente más atención de los demás en su etapa adulta. Esto lo pueden lograr manipulando a los demás, lo cual a menudo los deja sintiéndose vacíos, enojados y abandonados, sensación que puede llevarlos a un comportamiento desesperado e impulsivo.

Causas, incidencia y factores de riesgo: La causa exacta del trastorno de personalidad limítrofe es desconocida. No obstante, existen varias hipótesis psicológicas basadas en factores biológicos, sociales y psicológicos para la comprensión de las personas que padecen este trastorno.

La persona que padece este trastorno se comporta de manera impulsiva en áreas que tienen un potencial de autodestrucción. Las relaciones con los demás son intensas e inestables, la persona hace esfuerzos desesperados para evitar el abandono imaginario o real de los demás y también expresa inestabilidad en el estado de ánimo e ira no motivada. Asimismo, puede tener problemas de identidad relacionados con su autoimagen, con los objetivos a largo plazo, la elección de su carrera, la orientación sexual, la elección de sus amigos y los valores.

La persona con este trastorno tiende a ver las cosas en términos extremos: o todo es muy bueno o todo es muy malo. Se cree víctima de las circunstancias y tiene poca responsabilidad de sí mismo y de sus problemas. Los factores de riesgo son, entre otros: el abandono durante la infancia y la adolescencia, el abuso sexual, la desintegración familiar y una comunicación deficiente en la familia. Este trastorno se asocia, a menudo, con los trastornos de personalidad esquizotípicos, histriónicos, narcisistas y antisociales y tiende a presentarse más en las mujeres.

Tratamiento: Las personas con personalidad limítrofe tienden a no cumplir con los delineamientos del tratamiento. Sin embargo, la terapia puede ser de ayuda en algunos casos.

La conducta autodestructiva se puede modificar estableciendo relaciones con compañeros en ambientes terapéuticos y sociales. El refuerzo de un comportamiento adecuado por parte de los compañeros puede ser positivo porque las dificultades con la autoridad obstaculizan, a menudo, el aprendizaje. Además, la terapia de grupo puede ayudar a modificar conductas impulsivas, puesto que la presión del grupo puede contener el comportamiento temerario.

La terapia con medicamentos incluye el uso de estabilizadores del estado de ánimo como el litio y la carbamazepina, los antidepresivos y los neurolépticos en dosis bajas cuando se presentan rasgos maníacos o psicóticos.

Expectativas (pronóstico): El trastorno de personalidad limítrofe tiene un pronóstico malo, ya que es frecuente la falta de compromiso con el tratamiento. Sin embargo, las personas con este trastorno que alcanzan los 30 años de edad y aún conservan el juicio, pueden mejorar su condición.

Complicaciones:

  • abuso de drogas
  • intentos de suicidio
  • trastornos en la alimentación
  • depresión

Situaciones que requieren asistencia médica: Se debe ir a la sala de emergencias si la persona desea lastimarse a sí mismo o está abusando de drogas o alimentos.

NARCISISTA

El centro del universo. Aunque a primera vista puede despistar, se diferencia del histriónico en la medida que no busca la atención de los demás, sino la admiración de los que le rodean. Tienen un concepto hipervalorado de sí mismo. Poseen fantasías de "talentos", de cualidades y de éxito, y el empeño de que los demás las acepten como reales. Su autoestima está tan por encima del bien y del mal, que las personas que padecen este trastorno acaban siendo rechazadas por su círculo de amistades más cercano, lo que potencia más, si cabe, su elevado concepto de sí mismo.

Causas, incidencia y factores de riesgo: Se desconoce la causa de este trastorno, pero una teoría propone que los padres de las personas que desarrollan este trastorno necesitaban que su hijo fuese talentoso o especial para mantener su propia autoestima. Este trastorno generalmente aparece al comienzo de la edad adulta. Las personas narcisistas son incapaces de percibirse a sí mismos y a otros de la manera como son realmente. Frecuentemente, ellos se sienten con derecho a recibir un tratamiento especial por parte de otros y pueden tornarse exigentes, irritados y fácilmente ofendidos.

Tratamiento: No existe cura conocida para este trastorno. Sin embargo, la psicoterapia puede ayudar a la persona a relacionarse con otros de forma más positiva y gratificante.

Expectativas (pronóstico): El resultado varía con la severidad del trastorno.

Complicaciones:

  • puede interferir en la relaciones con otras personas
  • uso de alcohol o abuso de drogas

Situaciones que requieren asistencia médica: Se debe consultar al médico o al especialista en salud mental si los síntomas del trastorno de personalidad narcisista están interfiriendo en las relaciones con otras personas o si se desarrolla uso de alcohol o abuso de drogas.

PARANOIDE

Desconfiados natos. Este trastorno, que afecta al 0,5% de la población, mantiene en perpetua actitud de defensa a las personas que lo padecen. Los rasgos más significativos son la desconfianza, la suspicacia, no aceptan las críticas, creen tener siempre la razón y que la culpa es de los demás y experimentan una tendencia a los celos patológicos. Son personas orgullosas, frías y que manifiestan escasas muestras de ternura. Para las personas con personalidad paranoide, olvidar una afrenta o un problema con otra persona se convierte en una "misión imposible".

Causas, incidencia y factores de riesgo: La personas con un trastorno de personalidad paranoica tienen desconfianza de otras personas y usualmente son incapaces de admitir sus propios sentimientos negativos hacia los otros, pero no pierden el contacto con la realidad. La causa de este trastorno es desconocida, pero su incidencia parece aumentar en familias donde hay un miembro esquizofrénico.

Tratamiento: El tratamiento es difícil debido a que las características de estas personas hacen difícil establecer una relación profesional. El médico debe respetar la distancia interpersonal y evitar estar a la defensiva o hacer bromas.

Expectativas (pronóstico): El diagnóstico es malo, ya que las personas con este trastorno tienden a resistirse al tratamiento.

Complicaciones: Evitar a las personas

Situaciones que requieren asistencia médica: Se debe buscar asistencia médica y psicológica en caso de que la actitud de desconfianza esté interfiriendo con el trabajo o las relaciones interpersonales.

TRASTORNO POR EVITACIÓN

Sensibilidad a flor de piel. El principal problema de las personas que padecen este trastorno es una "actitud hipersensitiva" que les hace sufrir con cualquier crítica, rechazo o ridículo, y que les impide, por ejemplo, hablar en público, bailar o iniciar amistades. Son muy autocríticos y se ven a sí mismos como socialmente ineptos, lo que les genera inseguridad a la hora de entablar relaciones sociales. Antes de llevar a cabo cualquier acción o decisión ya prevén su desenlace negativo, un sentimiento que les genera una importante carga de angustia.

Causas, incidencia y factores de riesgo: Las personas con trastornos de personalidad evasiva establecen relaciones con los demás, únicamente si creen que no van a ser rechazados, ya que están muy preocupados por sus propios defectos. Para ellos, la pérdida y el rechazo son tan dolorosos que prefieren la soledad, a afrontar el riesgo que implica establecer una relación.

Tratamiento: Una persona que presenta este trastorno puede eliminar algunas de las defensas incapacitantes si logra formar una relación positiva con un profesional de la salud. Sin embargo, la probabilidad de buscar tratamiento es remota en personas que presenten este trastorno.

Expectativas (pronóstico): Las personas con este trastorno poseen cierta habilidad para relacionarse con los demás de manera apropiada.

Complicaciones: Una persona con este trastorno puede llegar a resignarse a una vida caracterizada por la soledad.

Situaciones que requieren asistencia médica: Se debe buscar asistencia médica si la timidez impide un desempeño apropiado en la vida y si se requiere el 100% de aceptación y aprobación al establecer relaciones con los demás u otras actividades

 


 
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