CENTRO PSICOPEDAGÓGICO AZCONA
Servicios profesionales: psicológicos, educativos y psicoeducativos

ESTRES INFANTIL, ¿COMO MANEJARLO DE MANERA POSITIVA?

ESTRÉS INFANTIL, ¿CÓMO MANEJARLO DE MANERA POSITIVA?

 

Las y los niños durante su crecimiento se enfrentan a situaciones y cambios que pueden provocarles estrés, en años anteriores se  pensaba que  a las y  los niños no podía pasarles esto, sin embargo de acuerdo a varias investigaciones en los últimos años se sabe que  desde temprana edad el estrés se hace presente, al igual que los adultos cuando existen situaciones o demandas  que exceden los recursos de respuesta,  entonces hay una sobrecarga  de dicha situaciones. El estrés se experimenta de muchas formas y varía según  su nivel de desarrollo y su experiencia previa en la vida.

El estrés  es un proceso fisiológico normal de estimulación  y de respuesta indispensable para la vida, sin embargo tiene consecuencias negativas cuando se presenta constantemente. En este caso se exige un exceso de  adaptación física, psicológica o biológica y una respuesta que va más allá de la normal. En su aspecto positivo el estrés puede llevar a acciones eficaces y de oportunidad ante situaciones riesgosas.   En el caso de los niños  puede originarse  por  grandes cambios en su vida cotidiana, por acontecimientos vitales  que implican cambios en las actividades habituales que representan retos   y la respuesta  del niño depende de la percepción y evaluación de la situación   que en ocasiones puede ser muy negativa y originar preocupación y miedo en el pequeño.

Las y los niños reaccionan  ante el estrés como lo hacen los adultos así que  la reacción de los padres ante situaciones estresantes puede influir  en la respuesta de los niños ante esta. Sin embargo, existen durante la niñez se presentan situaciones  y acontecimientos que  pueden ser  considerados  como provocadores de estrés   porque pueden implicar una amenaza real o potencial para el bienestar, pueden implicar daño  o pérdida, son retos ante los cuales el niño tendrá que  responder, estos pueden ser desde los más habituales hasta  los más inesperados.

Situaciones estresantes infantiles

En la familia:

  • Nacimiento de un hermano.
  • Conflictos  con los padres o entre los padres.
  • Enfermedad de un miembro de la familia o del niño.
  • Fallecimiento de un miembro de la familia.

En la escuela:

  • Cambio de escuela.
  • Repetir año escolar.
  • Cambio de profesor.
  • Peleas con los compañeros de clase.

En  la  social:

  • Pérdida de un amigo.
  • Ingresar a un nuevo grupo.
  • Rechazo de los compañeros.
  • Situaciones catastróficas.

Su niño podría tener estrés si presenta:  

  • Alteraciones de sueño.
  • Cambios en su rendimiento escolar.
  • Cambios en su apetito, come más o menos de lo habitual.
  • Se muestra triste o enojado con frecuencia.
  • Deja de realizar actividades  habituales  como jugar.
  • Cambios notables en su  conducta.
  • Dolores físicos  como dolor de cabeza.
  • Problemas para concentrarse.

Recomendaciones para apoyar  a su niño:

  • Manténgase  al pendiente de cualquier cambio en su conducta o estado de ánimo.
  • Ponga atención cuando su pequeño quiera hablar con  usted, escúchelo con verdadero interés, ya que todo lo que quiere decirle es importante.
  • Explíquele  con claridad  cualquier situación, aclarándole los detalles porque el puede crearse una idea equivocada e incluso pensar que ciertos acontecimientos son ocasionados por su culpa.
  • Hable con él,  pregúntele como se siente, que hizo en la escuela, infórmese sobre sus intereses y gustos, sepa quiénes son sus amigos y por qué.
  • Muéstrele su apoyo, muestre su afecto: abrácelo y dígale cuanto lo quiere. Hágalo sentirse importante y valioso.
  • Busque los aspectos positivos de las situaciones  difíciles y compártalas  con él. Por ejemplo si la situación es un cambio de escuela entonces en conjunto busque opciones que le beneficien como hacer nuevos amigos.
  • Incorpore a su alimentación productos  saludables y hagan de ello un hábito.
  •  Realicen actividades deportivas, lúdicas y creativas que permitan al niño relajarse, aprender y aplicar su creatividad.
  • Haga un hábito  la lectura, existen libros para todas las edades y gustos los cuales les permitirán ampliar su visión del mundo.
  • Fortalezcan sus redes de apoyo, es decir que la niña o el niño sepa  que cuenta con el apoyo de la familia, amigos y maestros.
  • Identifique que le provoca estrés a usted y cómo lo maneja, eso le dará la pauta para saber  como lo maneja su hijo, ya que aprende del ejemplo que le dan las personas que lo rodean y con quien tiene cercanía afectiva.
  • Busque asesoría de profesionales que puedan darle recomendaciones sobre cómo manejar el estrés y situaciones de vida difíciles con los pequeños, así como para hablar de temas delicados con ellos. Existen diversas opciones desde acudir a conferencias, platicas y talleres o bien acuda a un profesional  para la atención del pequeño, que sin duda le apoyará  de manera personalizada.

El manejo del estrés puede enfocarse de manera positiva y como una oportunidad de crecimiento, de aplicación y descubrimiento de habilidades por parte de las y los niños  con el apoyo de sus padres y de otros adultos significativos como por ejemplo los profesores que pueden ser un ejemplo y guía para que los pequeños se conviertan en gestores de su propio desarrollo.  Sin embargo sentirse apoyados, escuchados  y comprendidos por los padres  es indispensable para los niños, ya que son  las personas más importantes y cercanas con las que cuentan para resolver conflictos; por ello los padres  pueden ofrecer a sus hijos de forma amorosa una solución  a una problemática que para los pequeños podría ser lo más difícil y terrible del mundo. Recordemos que el estrés es una respuesta natural   y espontánea   que permite enfrentar  o huir de las amenazas,  indispensable para la vida,  por ello debemos aprender a manejarlo y apoyar  a los pequeños a hacerlo. No hay mejor manera de enseñar en casa que con el ejemplo, así que  mamá o papá ¿cómo te manejas cuando tienes estrés?  Date cuenta y observa como lo hace tu hijo, inicia tú a manejarlo de manera positiva y tu pequeño lo hará también.  Reflexiona sobre lo siguiente: Las situaciones difíciles de vida pueden ser una oportunidad de crecimiento personal, así que identifica los aspectos positivos de estas.

 


 
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